Conferencia Virtual: Abordaje Medico para la Prevención de las Demencia.

90794065_3093877520662540_5819294542750285824_nConferencia Virtual: Abordaje Medico para la Prevención de las Demencia.
Conferencista: Dra. Ericka Salazar.
Medico Cirujano
Especialista en Anatomía Humana
Egresada del Posgrado de Ciencias Cognitivas UCR
Actualmente en el master de Atención Especializada en Alzheimer y Demencias Universidad de Salamanca
Master en Medicina Anti envejecimiento
Contribución Voluntaria 2000 colones
Cuenta de deposito: IBAN CR57015201001022949581
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Espiritualidad en el Alzheimer

 

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Una vida espiritual satisfactoria podría ayudar a hacer más lenta la devastación de la enfermedad de Alzheimer.

«Los datos sugieren que podría haber una asociación, lo que significa que las personas con niveles más altos de espiritualidad y religiosidad tienen una progresión más lenta de la enfermedad de Alzheimer», afirmó el Dr. Yakir Kaufman, director de servicios de neurología en el Hospital Conmemorativo Sarah Herzog de Jerusalén.

Kaufman, quien condujo la investigación mientras era becario del Centro Baycrest de Atención Geriátrica de Toronto, presentó sus hallazgos en la reunión anual de la American Academy of Neurology el 13 de abril, en Miami Beach.

Kaufman y sus coautores, sin embargo, enfatizaron la necesidad de cautela cuando se interpreten los resultados.

«Este es el primer estudio en intentar evaluar la relación de la espiritualidad y la religiosidad con la enfermedad de Alzheimer», apuntó Kaufman. «No revisamos los mecanismos específicamente y ciertamente necesitamos reproducir estos resultados y realizar un estudio mayor».

Vincent Corso, un ex sacerdote que ahora administra la atención espiritual y los servicios de duelo del Servicio de Enfermería a Domicilio del New York Hospice Care de la ciudad de Nueva York, dijo no estar sorprendido por los hallazgos, por preliminares que sean.

«Las personas que están conectadas con una presencia espiritual en sus vidas, ya sea que tome la forma de un miembro de su familia, un amigo cercano, una red de apoyo, meditación o yoga, tienen una sensación de paz y probablemente, por extrapolación, longevidad», apuntó. «Lo que es importante para las personas es qué tanto pueden conectarse con las personas que los rodean. Si esto crea una sensación de bienestar, entonces ayuda en el proceso de sanación».

Otra investigación que no está relacionada con la enfermedad de Alzheimer ha comenzado a mostrar una relación entre la espiritualidad y mejores resultados de salud.

«Hay un aumento creciente en la información que muestra los efectos positivos de mayores niveles de espiritualidad o religiosidad sobre los resultados de salud, especialmente en otros estados de enfermedad», señaló Kaufman. Esos datos incluyen estudios sobre otros problemas neurológicos.

Para este estudio, los investigadores evaluaron a 68 personas que cumplían con los criterios de probablemente tener la enfermedad de Alzheimer. A los participantes se les pidió completar un cuestionario estructurado que incluía preguntas tales como qué tan espirituales se consideraban los participantes, con qué frecuencia asistían a servicios religiosos y con qué frecuencia realizaban actividades religiosas privadas, tales como la oración, la medicación o el estudio de la Biblia. También hubo preguntas de verdadero y falso, tales como «en mi vida, experimento la presencia de lo divino», y «mis creencias religiosas son la base de la manera en que veo la vida».

Los participantes que tuvieron niveles más altos de espiritualidad y religiosidad parecían tener una progresión más lenta del declive cognitivo.

Los autores se mostraron reacios a especular sobre alguna razón para esta relación. «No podemos especular basándonos en nuestro estudio, pero, en otros estados de enfermedad, hay varios factores que podrían causar este efecto», señaló Kaufman. «Algunos podrían relacionarse al bienestar. Otros se han relacionado al estrés».

En vez de pensar sobre posibles explicaciones, Kaufman afirmó que está considerando realizar otro estudio de mayor tamaño para tratar de reproducir los resultados y evaluar los posibles mecanismos.

«Los hallazgos de este estudio tienen que ser reproducidos antes de que podamos sacar conclusiones», apuntó el autor principal del estudio, el Dr. Morris Freedman, jefe de neurología y director del programa de neurología conductual del Centro de Atención Geriátrica Baycrest. «Este es tan sólo un estudio. Tiene que ser repetido».

Más información

Visite la Alzheimer’s Association para más información sobre varios aspectos de esta enfermedad.
Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

FUENTES: Yakir Kaufman, M.D., director, neurology services, Sarah Herzog Memorial Hospital, Jerusalem; Morris Freedman, M.D., head, neurology, and director, behavior neurology program, Baycrest Centre for Geriatric Care, Toronto; Vincent Corso, M.Div., LCSW, manager, spiritual care and bereavement services, Visiting Nurse Service of New York Hospice Care, New York City; April 13, 2005, presentation, American Academy of Neurology annual meeting, Miami Beach, Fla.

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Presentamos “Oraciones para el Alzheimer”: una herramienta desarrollada para ayudar y facilitar el cuido de las personas con Alzheimer.

Conocé más ingresando a: http://www.oracionesparaelalzheimer.com

“Oraciones para el Alzheimer”

“Oraciones para el Alzheimer” es una herramienta que transforma oraciones tradicionales, en ejercicios de gimnasia cerebral, para facilitar el cuido de quienes sufren esta enfermedad.

Conocé más ingresando a: http://www.oracionesparaelalzheimer.com

 

 

Las experiencias infantiles adversas pueden aumentar el riesgo de demencia

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Las personas con tres o más experiencias infantiles adversas tienen un mayor riesgo de demencia en la vejez, según los resultados de un estudio de cohorte a gran escala realizado en Japón y publicado en JAMA Network Open.

La exposición temprana a las experiencias adversas de la infancia, incluida la pérdida de los padres, la psicopatología familiar y el maltrato infantil, puede estar asociada con la demencia», escribieron Yukako Tani , PhD, del departamento de promoción de la salud global en la Universidad de Medicina y Odontología de Tokio, y sus colegas. 

Las asociaciones directas de experiencias infantiles adversas con demencia pueden explicarse estudiando el cerebro. Por ejemplo, las personas que experimentaron experiencias adversas en la infancia muestran déficits en la estructura y función del cerebro.

Según los investigadores, investigaciones previas han establecido un vínculo entre la pobreza infantil y el mayor riesgo de deterioro cognitivo que posiblemente esté mediado por las rutas educativas de los individuos. Sin embargo, existe poca investigación sobre las asociaciones entre la demencia y las experiencias adversas de la infancia.aparte de educación y pobreza. Tani y sus colegas abordaron esta brecha de investigación al examinar esta asociación entre 17.412 individuos japoneses nacidos antes de 1948 que crecieron durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Los incluidos habían participado en el Estudio de Evaluación Gerontológica de Japón, un estudio de cohorte basado en la población de adultos de 65 años. o mayor. Los investigadores evaluaron el inicio de la demencia a través del sistema público de seguro de atención a largo plazo, así como las experiencias adversas de la infancia antes de los 18 años utilizando una encuesta al inicio del estudio. Específicamente, analizaron la muerte de los padres, el divorcio de los padres, la enfermedad mental de los padres, la violencia familiar, el abuso físico, el abandono psicológico y el abuso psicológico. Clasificaron a los participantes de acuerdo con el número de experiencias infantiles adversas: cero, uno, dos,

Tani y sus colegas encontraron que la demencia ocurrió en 703 participantes durante un seguimiento medio de 3,2 años. Un total de 6,804 (39.1%) eran mayores de 75 años. Con respecto a las experiencias adversas de la infancia entre todos los participantes, 10,968 (63%) informaron cero, 5,129 (29.5%) informaron uno, 964 (5.5%) informaron dos y 351 (2%) informaron tres o más. Después del ajuste por sexo, edad, dificultades económicas infantiles, educación y entorno nutricional (HR = 2,18; IC del 95%, 1,42-3,35), los que informaron tres o más experiencias adversas en la infancia tuvieron un mayor riesgo de desarrollar demencia en comparación con los que informaron ninguna. Esta razón de riesgo se atenuó pero se mantuvo estadísticamente significativa (HR = 1.78; IC 95%, 1.15-2.75) después de un ajuste sucesivo por las características sociodemográficas, el comportamiento de la salud, el estado de salud y las relaciones sociales del adulto.

«Estos hallazgos pueden no ser generalizables a otras generaciones y culturas», escribieron los investigadores. «Se justifica un estudio adicional para replicar la asociación de experiencias infantiles adversas acumuladas y demencia en otros entornos, teniendo en cuenta los mecanismos de diferencia sexual». – Joe Gramigna

 

La enfermedad cardíaca aumenta el riesgo de discapacidad mental en mujeres.

Blog. ASCADA Adulto Mayor. VIVIR BIEN.  sacada.de@gmail.com

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La enfermedad cardíaca es un factor de riesgo independiente para el deterioro cognitivo leve no amnésico, particularmente entre las mujeres, según los resultados de un estudio reciente.

La prevención y el manejo de la enfermedad cardíaca y los factores de riesgo vascular pueden reducir el riesgo de deterioro cognitivo leve no amnésico.

El estudio incluyó a 2.719 hombres y mujeres de 70 a 89 años que se sometieron a una batería de pruebas neurológicas y neuropsicológicas al inicio del estudio y cada 15 meses durante 4 años. Los participantes del estudio también fueron evaluados para detectar síntomas depresivos y antecedentes de enfermedad cardíaca.

De los 1.450 participantes sin deterioro cognitivo leve (DCL) o demencia basales , 366 desarrollaron DCL. La enfermedad cardíaca se asoció con un mayor riesgo de DCL no amnésico (HR = 1.77; IC 95%, 1.16-2.72). La asociación entre la enfermedad cardíaca y el DCL no amnésico varió según el sexo ( p = 0,02), según los investigadores. La enfermedad cardíaca se asoció con un mayor riesgo en las mujeres (HR = 3.07; IC del 95%, 1.58-5.99) pero no en los hombres (HR = 1.16; IC del 95%, 0.68-1.99).

Según los investigadores, varios mecanismos pueden contribuir a la asociación entre la enfermedad cardíaca y el DCL no amnésico, incluida la disfunción del nervio simpático cardíaco, que se ha asociado con enfermedades del cuerpo de Lewy, como la demencia con cuerpos de Lewy, la enfermedad de Parkinson y la demencia de Parkinson.

«Esto sugiere que la disfunción del nervio simpático cardíaco puede ser un marcador temprano de estas demencias sin Alzheimer o que existe una etiología compartida que involucra el plegamiento incorrecto de la proteína \ alpha – sinucleína», escribieron los investigadores.

Los eventos adversos como la fibrilación auricular o la hipoperfusión del cerebro debido a la función cardíaca deteriorada también pueden conducir a un mayor riesgo de DCL.

Mirar la forma en que caminamos puede ayudar a predecir el declive cognitivo

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Los trastornos de la marcha, particularmente la marcha lenta, deben considerarse un marcador de deterioro cognitivo futuro.

La forma en que las personas caminan es un indicador de cuánto envejecen sus cerebros y sus cuerpos. Los científicos lo informan en un suplemento especial del Journal of Alzheimer’s Disease (JAD) dicen que los trastornos de la marcha, particularmente la marcha lenta, deben considerarse un marcador de deterioro cognitivo futuro. Proponen evaluar el rendimiento motor y el rendimiento cognitivo en adultos mayores con deterioro cognitivo leve.

«Hay un enfoque emergente sobre la importancia de evaluar el rendimiento motor y el rendimiento cognitivo para predecir la pérdida de la función cognitiva», explicó el editor invitado, Manuel Montero-Odasso, MD, PhD, Departamentos de Medicina (Medicina Geriátrica) y Epidemiología y Bioestadística, Schulich School of Medicine & Dentistry, University of Western Ontario, y Gait and Brain Lab, Parkwood Institute, Lawson Health Research Institute, London, ON, Canadá. “En las últimas dos décadas, grandes estudios epidemiológicos han demostrado que los trastornos de la marcha, particularmente la marcha lenta, pueden estar presentes en las primeras etapas de la demencia o incluso pueden predecir quién estará en riesgo de progresar a la demencia. Las alteraciones sutiles en la marcha son más frecuentes en adultos mayores con deficiencias cognitivas y demencia y también se asocian con un mayor riesgo de caídas «.

Este suplemento presenta una evaluación exhaustiva del estado actual del conocimiento sobre el papel de las alteraciones de la marcha y análisis cuantitativos de la marcha que se utilizarán como biomarcadores motores para definir subtipos de perfiles cognitivos y predecir el deterioro cognitivo y la demencia. También evalúa las herramientas de detección que son importantes para desarrollar estrategias para prevenir o retrasar la aparición de cambios clínicamente significativos.

El número presenta estudios sobre:

  • Epidemiología de los trastornos de la marcha y el deterioro cognitivo.
  • Asociación entre la velocidad de la marcha y un mayor deterioro cognitivo.
  • La covarianza estructural del volumen cerebral y su asociación con la velocidad de la marcha en pacientes con deterioro cognitivo leve
  • Asociación del depósito cerebral de beta amiloide y velocidad de marcha alterada y función de la extremidad inferior
  • Uso del paradigma de caminar de doble tarea (DTG) de caminar mientras se realiza una tarea concurrente cognitivamente exigente como una prueba de estrés cerebral para detectar poblaciones en riesgo
  • Valor de DTG para detectar individuos en riesgo de deterioro cognitivo en una población cognitivamente sana de adultos mayores
  • Asociaciones entre el rendimiento de DTG y los biomarcadores cerebroespinales de AD
  • Efecto de aprender a usar una ayuda para la movilidad sobre la marcha y las demandas cognitivas en la EA  :  el uso de dispositivos de asistencia puede ayudar a mejorar la movilidad y reducir el riesgo de caídas, pero también puede presentar un desafío cognitivo
  • Viabilidad de medir la marcha en un entorno ambulatorio de neurología cognitiva

Las pruebas de marcha pueden ayudar a detectar el subgrupo de pacientes en riesgo que pueden beneficiarse más de los procedimientos de diagnóstico invasivos o las intervenciones tempranas. «Creemos que las pruebas de marcha simples deberían ser parte de la evaluación clínica de rutina para adultos mayores con deficiencias cognitivas. Implementar esto en clínicas puede ser un desafío, pero esperamos que la evidencia presentada en este número conduzca al progreso en esta área ”, señaló el editor invitado George Perry, PhD, Editor en Jefe de JAD, Profesor de Biología, Universidad Distinguida Semmes Cátedra de Neurobiología, Universidad de Texas en San Antonio, TX, EE. UU.

«Encontrar métodos de detección temprana de demencia es vital», agregó el Dr. Montero-Odasso. «Es concebible que en el futuro podamos hacer el diagnóstico de EA y otras demencias antes de que las personas tengan una pérdida significativa de memoria». En los adultos mayores con deterioro cognitivo moderado, ralentizar su caminata habitual en más del 20 por ciento cuando agregan una tarea cognitiva es indicativo de un riesgo siete veces mayor de desarrollar EA en un período de cinco años. Creemos que la marcha, como una compleja tarea cerebro-motor, brinda una oportunidad de oro para detectar a las personas con mayor riesgo de demencia que pueden beneficiarse más de las pruebas más invasivas o las intervenciones tempranas «.

El deterioro cognitivo y la demencia conllevan una pesada carga sanitaria. Alrededor de cincuenta millones de personas en todo el mundo tienen demencia. Cada año hay casi diez millones de casos nuevos. AD es la forma más común, lo que representa alrededor del 60  70 por ciento de los casos. La demencia se caracteriza por una pérdida progresiva de la función cognitiva que afecta la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. Las deficiencias en la marcha son más comunes en la demencia que en el envejecimiento normal y pueden estar relacionadas con la gravedad del deterioro cognitivo.

Número especial : Trastornos de la marcha en la enfermedad de Alzheimer y otras demencias
Journal of Alzheimer’s Disease , Volumen 71, Suplemento 1, 2019
Editores invitados: Manuel Montero-Odasso, MD, PhD, Departamentos de Medicina (Medicina Geriátrica), y Epidemiología y Bioestadística , Schulich School of Medicine & Dentistry, University of Western Ontario, y Gait and Brain Lab, Parkwood Institute, Lawson Health Research Institute, London, ON, Canadá; y George Perry, PhD, Editor en Jefe de JAD, Profesor de Biología, Semmes Distinguished University Chair in Neurobiology, The University of Texas en San Antonio, TX, EE. UU., The University of Texas en San Antonio, TX, EE. UU.
Contenido:content.iospress.com/journals/journal-of-alzheimers-disease/71/s1

 

¿Cómo tener un mejor cerebro?

Blog. ASCADA Adulto Mayor. VIVIR BIEN.  Dra. Erika Salazar Fernández. 

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Hace algunos años un estudio conocido como “Nun Study” evidenció que algunas personas a pesar de tener lesiones en el cerebro compatibles con el deterioro que se genera en la Enfermedad de Alzheimer no presentaban síntomas. Es decir, tenían un cerebro muy deteriorado pero seguía funcionando bien! Esta evidencia dio pie a investigaciones que finalmente generaron un concepto importante: Reserva Cognitiva.

La Reserva Cognitiva se refiere a la capacidad que tiene nuestro cerebro de seguir funcionando adecuadamente aun cuando se ha deteriorado, algo así como uno de esos carros que se han ido lastimando con los años, están oxidados, la pintura desteñida, el motor se ve mal, pero arranca al toque y nos conduce perfectamente.

Esa capacidad que tiene nuestro cerebro de seguir funcionando adecuadamente a pesar del daño es lo que conocemos como Reserva Cognitiva, y nos permite entender por qué algunas personas con exactamente el mismo nivel de daño cerebral presentan manifestaciones clínicas tan distintas, al punto que uno puede presentar síntomas de demencia, en tanto que el otro sigue con un funcionamiento normal.

¿Cómo tener un mejor cerebro?

Ante la evidencia que hemos mencionado antes, uno de los primeros pasos que podemos dar es aumentar nuestra reserva cognitiva, y esto se puede hacer de múltiples formas, algunas de ellas son las que mencionamos a continuación:

  • Realizar actividades recreativas y de ocio; idealmente aquellas en la que se generen emociones agradables, aquello que nos gustan y nos dibuja una sonrisa en la cara y en el espíritu.
  • Mantener una ocupación o trabajo; múltiples estudios han demostraron que el hecho de mantenernos activos laboralmente mejora nuestra reserva cognitiva. Seguir generando en nuestro cerebro ideas que nos proyectan, que nos hacen buscar soluciones, que nos plantean necesidades para mejorar… la clave es que sea un trabajo que disfrutemos, no uno que nos martirice.
  • Mantener relaciones sociales; continuar estableciendo conversaciones con nuestras amistades, asistir a actividades, y sobre todo no aislarnos.
  • Aprender algo nuevo; puede ser un idioma, alguna actividad manual, tocar un instrumento, en fin, cualquier actividad que nos active las neuronas y nos ponga a “mover” el cerebro.

Esas son 4 actividades muy simples que cuentan con una abundante evidencia científica sobre su utilidad, no se trata de medicamentos o procedimiento médicos , se trata de tomar decisiones y hacerlo; por su cerebro y sobre todo por su calidad de vida.

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Blog. ASCADA Adulto Mayor. VIVIR BIEN. Derechos Reservados ASCADA 2019. Dra. Erika Salazar Fernández. Especialista en Anatomía y Fisiología. Máster en Medicina Anti Envejecimiento. Email: esalazar@cercor.cr

 

Memoria y Emociones

Blog. ASCADA Adulto Mayor. VIVIR BIEN.  Dra. Erika Salazar Fernández. 

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Cuando tenía cerca de 7 años sufrí una estrepitosa caída mientras jugaba a la “mujer maravilla” , la aventura acabó con 12 puntadas en una pierna, no recuerdo las circunstancias, pero sí recuerdo que alguien me dijo; “aguante, no llore, usted es valiente”. Afortunadamente, la obediencia no fue un rasgo presente, y ante semejante situación de dolor y pena, me desparramé en un florido llanto que me hizo sentir muy bien. Ahora puedo contar la historia con detalles, en parte porque al parecer, la expresividad emocional favorece la memoria, en tanto que la supresión la empobrece.

Un rasgo cultural de nuestro entorno es precisamente la supresión emocional, a la cual debemos avocarnos si deseamos entrar en un marco social “políticamente correcto”. Al parecer nada más lejos del bienestar mental que semejante propuesta. Un estudio desarrollado en la Universidad de Stanford plantea el rol de las emociones en la memoria y analiza las consecuencias de la supresión emocional desde el campo cognitivo, demostrando cómo la memoria resulta negativamente comprometida cuando decidimos mutilar la expresión de nuestros estados emocionales.

Diversas investigaciones demuestran que parte de la problemática individual y social que experimentamos tiene sustentación en una educación que pretende mostrar como correcto o positivo una conducta robotizada que se rige por conceptos del bien y el mal, y deja de lado lo que sentimos ante ese bien o ese mal.

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Las emociones son el reflejo de una unidad psico somática que depende del medio en que se encuentra, y que sus interrelaciones positivas serán mediadores directos en el noble objetivo de ser feliz, y qué es esto sino una emoción que interviene directamente en la calidad de vida de cada uno de nosotros.

El estudio antes mencionado de la Universidad de Stanford, fue desarrollado por Jane Richards y James Gross, consistió en reclutar 53 personas y dividirlas en dos grupos; a ambos grupos se les indicó que verían una película corta, a un grupo se le indicó que simplemente vieran la película, al otro grupo, se les dijo que debían ver la película, pero que trataran de comportarse como si alguien que los estuviera mirando no pueda saber lo que usted está sintiendo. Finalizada la película, se les pidió que llenaran un cuestionario de temas que habían sido tratados en el filme.

Tal como se esperaba, los participantes del grupo al que se le pidió que suprimieran la expresión de sus emociones recordaron menos detalles que aquellos que simplemente la vieron sin inhibirse. Este estudio demuestra que los déficits de memoria asociados a la supresión de las emociones fueron los suficientes marcados como para ser evidentes hasta por los mismos participantes, los cuales reportaron menor confianza en su propia memoria que los participantes que solo miraron la película.

Este experimento demuestra que la supresión de la expresividad emocional dificulta los procesos de memoria. En una época en donde se necesita cada vez más apegarnos a cánones de comportamiento que por mucho suelen ser inhibitorios, saber la importancia de expresar nuestras emociones resulta liberador, entendiendo que la emotividad es un ancla para la memoria. Vivir sin anestesia a las emociones y a la expresividad parece ser una buena receta para mantener el preciado fenómeno de la memoria.

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Blog. ASCADA Adulto Mayor. VIVIR BIEN. Derechos Reservados ASCADA 2019. Dra. Erika Salazar Fernández. Especialista en Anatomía y Fisiología. Máster en Medicina Anti Envejecimiento. Email: esalazar@cercor.cr

Jane M. Richards; James J. Gross (2000) Emotion Regulation and Memory: The Cognitive Costs of Keeping One´s Cool. Journal of Personality and Social Psychology. 2000.Vol 79. No 3 410-424

 

Recordando su receta preferida

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Blog. ASCADA Adulto Mayor. VIVIR BIEN. Sra. Cristina Vargas

Siguiendo con los regalos positivos para nuestros adultos mayores, solicitar a nuestra madre o abuela a preparar la receta que se encuentra en un rincón de su memoria, sería una linda experiencia. Y por qué no ayudar a nuestros adultos mayores a elaborar su receta estrella? 

Antes debemos tomar algunas previsiones para no revertir lo positivo en negativo: El primer paso es investigar la forma en que se realiza la receta y  los materiales que se necesitaran; esto nos ayudará por cualquier omisión u olvido de los requerimientos originales de la receta.  Para evitar un no,  en la ejecución de la misma, es mejor llevar de una vez los materiales y decir:  manos a la obra, enséñanos a hacer tu plato estrella.

Será lindo involucrar a más personas en la realización y velar por que no se omita ningún ingrediente. Llenarse de paciencia, amor y comprensión tendrá un rico resultado y el lograr llevar a la mesa el plato preferido de nuestro ser querido y hacer ver que ella o el lo hizo, será un gran regalo para todos, especialmente para ese ser amado, en esta navidad.

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