Cambios en la conducta de una persona con Alzheimer, ¿cómo afrontarlos?

 

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Para la mayoría de cuidadores, familiares y profesionales, el auténtico reto a la hora de tratar con una persona con demencia no son las pérdidas cognitivas, sino los cambios en su comportamiento. Muchas personas con alzhéimer se vuelven agresivas, apáticas o muestran agitación y delirios verbales que ponen constantemente a prueba la estabilidad psicológica de aquellos que les cuidan y ayudan a seguir adelante. En este post repasamos algunas de las reacciones conductuales más comunes en pacientes con alzhéimer, y te explicamos los tratamientos para paliarlas.

-Apatía. El cambio más común entre pacientes que desarrollan alzhéimer es su pérdida de motivación e iniciativa, sumiéndose en un estado emocional apático. Es consecuencia directa de la pérdida de funciones y capacidades cognitivas. Es importante que los cuidadores intenten estimular al paciente, conversando con él o participando en juegos y actividades.

Deambular. Se trata de otro comportamiento que manifiestan muchas personas con alzhéimer y que con frecuencia pone en peligro su integridad física. El cuidador debe extremar las precauciones para que el paciente a su cargo no abandone solo su domicilio y que en todo momento sea identificable por otras personas si acaba escapando de su vigilancia.

-Agitación. En muchos pacientes de alzhéimer, también se manifiestan conductas de ansiedad y nerviosismo sin un motivo aparente para el cuidador. Es posible que se deba a ciertos lugares o detalles, y la persona al cargo de la persona con demencia debe reconducir su atención.

-Agresividad. Las agresiones, físicas o verbales, son una triste constante para las personas al cargo de alguien que sufre demencia. Puede ocurrir sin razón aparente o como respuesta a una situación concreta incómoda o frustrante para el paciente. Por ello, debe prestarse atención a las posibles causas de la agresión (como el dolor o el ruido) para ponerles remedio.

-Alucinaciones y delirios. En ocasiones, las personas con pérdidas neurocognitivas graves sufren alucinaciones, que pueden afectar a cualquiera de los cinco sentidos, y delirios: creencias falsas que la persona está convencida de que son ciertas. Debe observarse al paciente, porque si alucinaciones y delirios se repiten con mucha frecuencia pueden deberse a una causa distinta del alzhéimer.

-Otras menos frecuentes, pero que por su naturaleza pueden causar mucho estrés en las personas al cargo de un paciente de alzhéimer son los comportamientos sexuales improcedentes, que pueden generar un rechazo extremo en sus familiares y personas a su alrededor.

Tratamientos

En ocasiones, estos cambios son lo suficientemente graves como para requerir intervención médica específica. En primer lugar, se intentan paliar estos cambios conductuales mediante terapias no-médicas, como masajes, música o diversas actividades que distraigan al paciente. Si no responde a estos tratamientos y sus reacciones siguen siendo un problema, es posible que sean necesarios psicofármacos como ansiolíticos o antidepresivos.

Entre estos últimos, algunos antidepresivos como el citalopram (este y otros) han demostrado ser particularmente eficaces a la hora de mejorar los hábitos conductuales de pacientes con alzhéimer, tanto los asociados a la depresión como los que no aparecen en pacientes de esta enfermedad. Un reciente estudio ha determinado incluso que es capaz de retrasar la aparición de las placas del alzhéimer.

Los médicos suelen reservar los antipsicóticos para los casos extremos, porque esta medicación puede tener más efectos colaterales o indeseables. Se debe controlar estrictamente la dosis y estar supervisado por personal médico. Esta familia de medicamentos no tiene indicación legalmente aprobada para enfermos de alzhéimer, por lo que se reserva como último recurso en pacientes que presentan muchos problemas de agitación.

Recuerda que no es su culpa

Cuidar a una persona con alzhéimer no es nada sencillo, y los comportamientos que hemos enumerado suelen ser difíciles de gestionar para la persona o personas a su cargo. Es crucial que el cuidador tenga presente que estos comportamientos están causados por el daño neurológico, y que el paciente de alzhéimer no es responsable de ellos.

Muchas veces sus reacciones nacen de la frustración por su malestar físico y mental y su incapacidad para expresarlo. A medida que avanza la enfermedad, el paciente pierde el control de sus emociones y también la capacidad para interpretar y atender las de los demás.

Sé paciente y recuerda que estás cuidando a un ser humano que, por arduas que sean las conductas que causa su enfermedad, sufre mucho más que las personas encargadas de cuidarlo.

Fuente: http://www.personasque.es

Publicado por ASCADACR

Organización sin fines de lucro, en pro de familiares y cuidadores de pacientes con Alzheimer y enfermedades afines.

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