El cuidador, la Capacitación y Prevención del Síndrome del Cuidador Quemado. (1era. parte)

Asociación Costarricense de Alzheimer y otras Demencias Asociadas.

ASCADA

Conferencia:

El cuidador, la Capacitación y Prevención del Síndrome del Cuidador Quemado.

 Por: Licda. Jenny Zúñiga Madrigal. y Licda. Magdalena Cruz Sibaja.

 Reunión mensual.

Fecha: 2 de febrero 2011.

Lugar: Hotel Ambassador.

 

Temas:

            Síndrome del Cuidador Quemado.

            Síntomas del Cuidador Quemado.

            10 Señales del Cuidador Quemado.

 Síndrome del Cuidador Quemado:

El cuidar de una persona que tiene una demencia tipo Alzheimer, representa, en la mayoría de los casos, estar en una constante presión que desemboca en un estrés crónico, que, actualmente, se conoce como el Burnout o Cuidador Quemado; como se verá más adelante significa un cansancio crónico para el cuidador.

 En primer lugar, Guillén, Guil y Mestre (2000) mencionan que Burnout significa “quemarse”, se intenta describir una situación en la que, en contra de las expectativas de la persona, ésta no logra obtener los resultados esperados por más que se esfuerce en conseguirlos” (p. 275).  El no poder tener la respuesta esperada del enfermo, aumenta el grado de estrés y cansancio emocional en el cuidador, hasta el punto de quedar sin fuerzas ni ánimos para trabajar.

Por su parte, Salas (2004) reconoce que el Síndrome del Cuidador, Síndrome del Quemado o Síndrome del Burnout hacen referencia al mismo término, así refieren a un conjunto de síntomas y signos físicos como psicosociales resultantes de la tarea del cuidado de una persona con la Enfermedad de Alzheimer (EA) y que pueden comprometer su calidad de vida.

Guillén, Guil y Mestre (2000, p. 277) citando a Maslach (1982), refieren que el Burnout es una combinación de las siguientes circunstancias:

¤      Agotamiento emocional: Sensación de no poder dar más de sí.

¤      Despersonalización: Actitud impersonal y negativa hacia los usuarios.

¤      Falta de realización personal.

Agrega posteriormente que el Burnout “sería un proceso continuo, que va surgiendo de manera paulatina y en el que existen una serie de síntomas asociados” (Guillén, Guil y Mestre, 2000, citando a Maslach, 1982, p. 277).

Se desarrollan así, actitudes negativas e insensibilidad hacia el paciente, la falta de realización personal, consiste en la tendencia por evaluar el propio trabajo de forma negativa, no se disfruta de la atención como un servicio y se tiene el pensamiento de que no hay nada que ofrecer al otro.  Los afectados se reprochan no haber alcanzado los objetivos propuestos, el posponer metas por la atención, lo que genera vivencias de insuficiencia personal y baja autoestima profesional.

La fatiga emocional y física, la despersonalización y una capacidad de logro reducida, imposibilitan que la persona pueda desempeñar su trabajo; puesto que el organismo a nivel tanto físico y emocional se halla afectado.

Ulate y Vargas (2003) retoman a Maslach (1976), quien refiere que este síndrome es más propenso “entre individuos que trabajan en contacto directo con los pacientes” (p. 28); es decir, el cuidador de una persona con la EA no queda ajeno a padecerlo, pues está en contacto directo con el dolor, problemas y deterioro de otra persona producto de una enfermedad.

Las psicólogas Ulate y Vargas (2003) permiten introducir otro elemento para el presente análisis acerca del Burnout cuando refieren a Pines y Aronson (1988) al plantear que consiste en un estado de agotamiento “producido por involucración crónica en el trabajo, en situaciones emocionalmente demandantes” (p. 29).  Al considerar a los cuidadores, se reconoce que muchos de ellos llegan a sobreinvolucrarse con la persona que cuidan, lo que favorece la presencia de sentimientos de lástima, impotencia y hasta desesperación por la condición progresiva de la EA.

El Burnout es producto de un estrés crónico, al tener a cargo a una persona que requiere de la puesta en práctica de tareas monótonas y repetitivas, que se convierten en una rutina difícil de cambiar, que, en ocasiones, puede que produzca desmotivación.  El estrés continuo no desaparece y como plantea Morera (2007) “evoluciona a lo largo de un proceso lento que va del entusiasmo a la decepción” (p. 66) de los recursos personales para desempeñarse como cuidador.

En resumen, como plantean Guillén y Pérez (2001), la atención de una persona con EA es el cuidado que más desgasta y que debe de hablarse del cuidador como otro paciente, es decir, los cuidadores también requieren de atención para no presentar el Síndrome del Cuidador Quemado o Burnout, no pueden dejarse pasar los indicadores que brindan el cansancio y las atenciones.

Síntomas del Cuidador Quemado

Para Madrigal (2005), este síndrome se manifiesta en los siguientes síntomas que han sido adaptados a la realidad del cuidador:

 *    Psicosomáticos: agotamiento crónico, dolor de cabeza, problemas en el dormir, trastornos gastrointestinales, pérdida de peso, úlceras, alteraciones del ritmo del corazón y dolores musculares.

*    Conductuales: absentismo para cuidar al enfermo, conductas violentas (en algunas ocasiones) y evitativas para con el enfermo y demás personas (distanciamiento afectivo y problemas en la relaciones interpersonales), comportamientos adictivos (consumo exagerado de café, fármacos, entre otros) y el cuidador no logra relajarse.

*     Emocionales: el cuidador se aleja del contacto con otros como una forma de protegerse, se muestra aburrido o desanimado, depresivo, impaciente, irritado, poco concentrado en sus tareas, con una deficiente autoestima y escasa realización personal.

*     En el ambiente laboral o de cuidado del enfermo con Alzheimer: disminución tanto en la capacidad como en la calidad de servicio que presta al paciente.

Cada uno de los síntomas mencionados van a variar de una persona a otra; la intensidad de los síntomas va a depender de la persona que cuidan (vínculo con el paciente) y de la etapa en la que se encuentre el paciente.

Por otro lado, el conocimiento que tenga un cuidador de su labor y de las repercusiones que podría tener éste para su vida; permitiría que rápidamente busque ayuda o tomara acciones para no ser un cuidador quemado.  Uno de los desencadenantes es la sobrecarga de trabajo entendiéndose el grado que el cuidador; percibe que las labores de cuidado a la persona con Alzheimer alteran su vida personal a nivel físico, psicológico, social y económico; puesto que atenciones como bañar, dar de comer, estar al pendiente de la seguridad del enfermo es una tarea que puede tornarse difícil de sobrellevar.

Es vital respaldar, que el cuidador al estar en constante relación con una persona con Alzheimer, sus múltiples necesidades y cuidados; podría llegar a ignorar o no reconocer sus propias necesidades y síntomas de alguna enfermedad, lo que significa ponerse en riesgo debido a que el estrés experimentado se reprima y no se afronte positivamente.

Las 10 señales del Cuidador Quemado

Para Alzheimer Association (2005), existe gran cantidad de cuidadores que no son capaces de velar por sus propias necesidades; no realizan ninguna actividad o recreación para sí mismos y no cuentan con apoyo; por ello, los cuidadores son llamados las víctimas secundarias o escondidas de la Enfermedad de Alzheimer (EA).

A causa de lo anterior, se han establecido las 10 señales de estrés en el cuidador, para que sean los mismos cuidadores, quienes estén alerta para no presentar el Síndrome del Cuidador Quemado.  Esta lista es referida por Alzheimer Association (2005), como indicadores de estrés en los cuidadores:

1.  Negación, sobre la enfermedad y su efecto en el enfermo, al asumir que va a mejorarse su condición.

2.  Enojo con el enfermo (por sus comportamientos), con el médico, la familia, tratamiento, por la falta de comprensión, entre muchas otras razones, por las que el cuidador se siente molesto y pueda que descargue la frustración con el enfermo u otras personas cercanas.

3.  Aislamiento de amistades y actividades que anteriormente disfrutaba, es decir, presenta apatía social, se siente oprimido por las responsabilidades.

4. Ansiedad de enfrentarse al futuro, por ejemplo, el considerar qué sucederá cuando el enfermo requiera de más atención.

5.  Depresión, que se refleja en la frustración de continuar, parece que nada le importa y esto le impide al cuidador enfrentar el día a día.

6.  Agotamiento, se hace imposible desarrollar las actividades, ya que se carece de fuerza física.

7.  Insomnio o problemas para dormir, causado por todas las preocupaciones.

8.  Irritabilidad, el cuidador presenta un mal humor, todo le afecta y quiere que lo “dejen en paz”.

9.  Falta de concentración, el cansancio físico, emocional y mental le impiden estar atento a todo lo que pasa a su alrededor; como también estar atento a lo que debe de realizar.

10.  Problemas de salud, físicos o mentales; el cuidador empieza a enfermarse con mayor frecuencia y presentar dolores que antes no tenía.

Publicado por ASCADACR

Organización sin fines de lucro, en pro de familiares y cuidadores de pacientes con Alzheimer y enfermedades afines.

10 comentarios sobre “El cuidador, la Capacitación y Prevención del Síndrome del Cuidador Quemado. (1era. parte)

  1. Excelente información,permitanme darles las gracias, son un apoyo muy importante para los familiares y cuidadores de enfermos de alzheimer,lluvia de bendiciones!!!

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    1. Estimada doña Martha:

      Nos alegra que le haya sido de utilidad la información, es es uno de nuestro fines principales. Cuidadores capacitados para una mejor calidad de vida tanto para el cuidador, como para el paciente y su familia.

      Dios la bendiga!.
      ASCADA

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  2. Un tema con el que se convive constantemente, del cual todos nos preguntamos pero teóricamente en nuestro país cuesta conseguir información. ASCADA ha sido un pilar importante en la vida de los familiares, cuidadores, profesionales y estudiantes para llegar a ver la EA y otras demencias sin temor y con amor. Gracias por el exc resumen.

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  3. A mi madre le diagnosticaron Demencia por Cuerpos de Lewy, sus síntomas eran sobre todo alucinaciones y pérdida de memoria, después de relativamente poco tiempo de atenderla, experimenté todos los síntomas que explican del cuidador quemado, quería saber si un cuidador llega a acostumbrarse a la nueva vida del cuidador y no sufrir sus consecuencias ya que dentro de poco tendré que volver a serlo. (no sé donde tengo que hacer ésta consulta, si no es aquí perdón) Gracias.

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  4. «Todo mal…o pesar fisico…psicologico o lo que fuere…por tener que cuidar a un ser humano…se minimiza y debe canalizar esa energia con el sentimiento màs sublime que poseemos los seres humanos y es el AMOR!!!»…

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  5. Estimada Mary:

    Con todo gusto, le ayudará el señor Jorge Garro, de la Junta Directiva de ASCADA.
    Le enviaremos información al correo que nos está dejando acá para contactarla.

    Saludos cordiales,
    ASCADA

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